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La historia de amor y compasión de una voluntaria de hospicio

Un anciano camina con un bastón de madera

Barbara Moyer lleva más de 40 años trabajando como voluntaria en el hospicio Carolina Caring. Se ve a sí misma como un vaso del Señor y considera una bendición las experiencias que ha tenido mientras servía a los pacientes. Su servicio es único porque ha ido más allá de proporcionar apoyo emocional a sus pacientes. Ha establecido vínculos personales y ha colmado de amor a sus pacientes durante uno de los momentos más difíciles de sus vidas.

"Sé que el Señor estaba conmigo mientras cuidaba de todos y cada uno de mis pacientes", dice Barbara. "Ha sido todo un honor cogerles de la mano y sentarme a su lado mientras fallecían con tanta dignidad".

Barbara es muy querida en la comunidad por su dedicación a los demás. Pasó la mayor parte de su carrera trabajando para los doctores O'Connor, Thornton y Williams en Graystone Ear, Nose and Throat como técnica de alergias. Se sintió llamada a participar en la formación de voluntarios de cuidados paliativos, un programa de orientación exhaustivo diseñado para informar y crear empatía hacia las personas que se encuentran al final de la vida.

Barbara empezó a interesarse por los cuidados paliativos cuando a su amiga Sylvia le diagnosticaron un cáncer terminal. Se enteró de que este tipo de cuidados ayudaba a personas que, como Sylvia, estaban gravemente enfermas y querían pasar sus últimos días rodeadas de su familia. Sylvia tenía entonces 30 años y dos hijos pequeños, por lo que para ella era muy importante quedarse en casa.

"Vi de primera mano lo que los cuidados paliativos hicieron por la perspectiva de Sylvia y cómo pudo hacer frente a su enfermedad", dice Barbara. "Supe que quería ayudar a otros enfermos graves a encontrar ese tipo de paz al enfrentarse a una enfermedad potencialmente mortal".

Julie Packer Barbara Moyer
Julie Packer y Barbara Moyer rememoran los primeros días de Hospice

Cuando empezó a colaborar con Carolina Caring, Barbara se enteró de que los cuidados paliativos son un servicio sanitario diseñado para ayudar a los pacientes y a sus familias a afrontar la realidad de vivir con una enfermedad grave. El programa se centra en proporcionar atención médica, emocional y espiritual a través del trabajo en equipo -en casa siempre que sea posible- para que los pacientes puedan estar rodeados de sus seres queridos y tener acceso a profesionales sanitarios expertos 7 días a la semana, 24 horas al día.

"Barbara podía adaptarse a cualquier situación y aceptar a sus pacientes justo donde estaban", dice Julie Packer, Directora de Relaciones Profesionales de Carolina Caring. Julie es una apasionada defensora de los cuidados paliativos que se convirtió en la Directora de Enfermería de la organización poco después de que Barbara se convirtiera en voluntaria. "Me inspiró mucho la forma en que ha apoyado a nuestros pacientes y es tan amable, comprensiva y tranquilizadora".

Hace poco, las dos disfrutaron recordando sus primeros días en el hospicio, cuando estaba financiado en gran parte por United Way y contribuciones individuales. "La organización ha cambiado mucho a lo largo de los años", dice Barbara. Pero ambas coinciden en que Carolina Caring nunca ha sido tan fuerte clínicamente y ha evolucionado continuamente para tratar mejor los síntomas y otros retos de las enfermedades graves.

Durante el Mes Nacional del Voluntariado, nos complace reconocer a nuestros voluntarios de larga duración, como Barbara.

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